Llega el día y llega el momento en el que tu vida tiene que dar un giro de 360 grados. No se sabe exactamente cuándo ocurre, pero tengo una teoría. Es cuando dices "ya basta",y no estás dispuesta a seguir así, siendo la chica lista y estudiosa. La niña dulce y tímida que no llama la atención de nadie, que pasa desapercibida y cuya estrella no brilla, todavía.
Pero su interior es mucho más fuerte, aunque ni ella misma lo sabe. No comprende cómo superar algunos retos de la vida, a pesar de haberlo conseguido muchas otras veces. No confía en sus capacidades, ni siquiera en ella misma. Y vive de caídas, de tropezones y de resbalones que la ponen a prueba sin que ella se dé cuenta. Y que poco a poco, la enseñan a levantarse cada vez mejor. Pero pasa el tiempo, y cada vez cuesta más levantarse. Porque deja de dolerte lo físico, y empieza el daño profundo, mucho más difícil de curar. Y vuelves a caer de culo en el frío suelo de la realidad.
Justo ahí llega alguien. Una persona que lo es todo para ti, que te anima y te ofrece la mano tirando de ti para que te pongas en pie y empieces a andar. No dejará que te vuelvas a caer, porque siempre estará allí para sujetarte. ¿Sabes ya quién es esa persona? Yo todavía no lo he descubierto, pero estoy empezando a hacerme una idea.